EL MEJOR VINO DE LOS CÁRABOS

Josep Anguera murió desgraciamente todavía muy joven, a los 50 años. Pero dejó atrás una gran bodega: Joan d'Anguera, que continúa hoy llevada por Mercè su viuda y sus dos hijos Josep y Joan, también aficionados a la música.

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Cuando fui a visitarla para llevarles un póster de Los Cárabos, pocos años después de su muerte, su familia me regaló tres botellas de vino.

Al llegar a Barcelona llamé a Miguel y nos bebimos unas copas de una de ellas. Era exquisito, el mejor vino que he probado nunca. Denso, aromático, poderoso pero sugerente.

Aquello me enseñó que el vino y la amistad no mueren nunca, y mejoran con los años.

ASÍ NACIERON LOS CÁRABOS

En el musical "La guitarra platónica" contaba la historia de Los Cárabos. Esta es una de las maquetas, con el acompañamiento de Pep Toni Brotons.

Lo que siempre quiso saber y nunca se atrevió a preguntar sobre el grupo más desconocido de la historia del rock.

UNA FOTO DEDICADA

Todavía queda algún testimonio de las fotos enviadas en 1965 a las numerosas fans que afirmaban "tener todos los discos de los Cárabos". Esta es una de ellas.

BIBLIOGRAFIA CARABESCA

Para ser un grupo absolutamente irrevelante desde todos los puntos de vista, los Cárabos han gozado sin embargo incluso de bibliografía. Así, el exitoso libro de Josep Lorman "L'any que van venir els Beatles" presenta una historia de ruptura generacional en la Barcelona de los años 60. Dentro de esa trama, del mundo sórdido y autoritario contra el que se rebelaba la juventud, hay una mención a los Cárabos.
Así, el escritor reconstruye una de aquellas sesiones fotográficas a las que se entregaban todos los grupos de los 60:


"A l'altura de la Gran Via van coincidir amb el Carlos i el Miquel de Los Cárabos, que anaven cap a l'avinguda de Roma, i van pujar plegats comentant el tipus de fotos que volien. A aquelles hores de la tarda el sol, que es colava pel trau de la via del tren, dibuixava ombres allargades sobre les llambordes del carrer i hi havia forts contrastos de llum, que donaven a aquella tranquila avinguda barcelonina un caràcter de suburbi londinenc. El Carlos i el Miquel, vestits pulcrament amb pantaló i americana a l'estil mod, van posar davant de l'objectiu de la càmera en diverses actituds: recolzats contra la paret de maons amb les guitarres penjades del coll, palplantats amb els rostres ocults darrere les ulleres de sol i les americanes al muscle, caminant i fent equilibris per damunt de la barana de les vies del tren, rient, saltant, cantant. L'excitació creativa els duia a fer contínues propostes..."

VÍDEO HISTÓRICO DE LOS CÁRABOS

CON ACENTO EN LA "A"

Fue Miguel quien encontró el nombre de Los Cárabos. Lo leyó en un poema de Bécquer. La verdad es que no sabíamos qué demonios era un cárabo. Pero leimos que gritaba. Y nos gustó.
Más tarde vi con asombro que a ciertos escarabajos equivalentes a los cárabos se les llama en inglés Beetles. ¡Increíble! ¡Y nosotros sin saberlo!
El nombre era un poco castizo. Y tenía dos grandes desventajas.
En primer lugar, la contumaz manía de la gente de quitarnos el acento en la "a". Y convertirnos en Los Carabos. ¡Son la caraba! decía con ironía el cartero..
O mucho peor, tal como hacían nuestros enemigos, llamarnos: Carabo-bos.